El principio de la historia

Parece vacío, pero no lo está. Nuestro salón espera a que sigamos comentando, viviendo y planificando. Los días pasados en este sofá solamente han sido un entrenamiento, una toma de contacto. Creo que, como dice una buena amiga, ahora es cuando realmente empieza la película. Es nuestro momento de salir del salón y gritar por calles y plazas, sacar a la gente de sus propios salones y hacerles ver a través de nuestros ojos. Esos ojos que han atesorado tantas imágenes a lo largo de 14 días, a tan solo 14 kilómetros.

En el país del sol

Entre el añil y el blanco, hay una enorme variedad. Variedad, riqueza y días de 25 horas, junto a los dragones y su maravilloso "trueque" con el que todo el mundo sale con la sensación de haber hecho un buen negocio. Todos ganan con un intercambio que hace crecer las mentes y los corazones.

Momentos de paz

Ayer y hoy

Hoy recuerdo lo bien que comimos ayer en una estupenda terraza cerca de la Medina. Sin embargo, ya empezado el Ramadán, preferimos hacerlo discretamente como señal de respeto hacia nuestros vecinos. Quizá llegue el día que países que habitualmente " comen" más de lo necesario, muestren también respeto hacia los que viven a su lado, justo en su mismo planeta, aunque no siempre en el mismo mundo.

El Hogar

Siempre me gustaron los contrastes y desde hace 10 días , éstos ocupan casi todo mi tiempo. Cuando empecé a ser maestra, creía que mi función era enseñar, hasta que no tardé en caer en la cuenta de que día a día, es más lo que aprendo, que lo que enseño. 

A partir de entonces, me dediqué a proteger, cuidar y amar. Sin embargo, la familia de Al Amal me enseñó como se puede sentir un adulto protegido, cuidado y amado, por un niño.

Fraternité

Lenguajes del corazón, que no necesitan de diccionario.

 

De mañana

Mañana de paseo, por la Medina y los alrededores del hotel. El placer de un jus citron nature tras un caluroso y relajante paseo.  Algarabía de banderas esperando hoy la visita de su rey. Me pregunto si coincidirá con algún miembro del grupo en las distintas asociaciones. Supongo que no entrará dentro de su programa de actos.

Chabaka tarde

Esta tarde no sabía sí podría venir, ya que el equipo encargado de red Chabaka, tenía problemillas intestinales. Al final, me hice cargo del grupo de una de ellas y fui con las otras dos compañeras que sacaron fuerza de su entusiasmo. Imaen (así se llama mi alumna) habla únicamente árabe y yo solamente sé decir los números del 1 al 4, aparte de saludar.

Por otra parte, Imaen solamente sabe escribir en árabe su nombre, por lo que resultaba difícil que ella pudiera coger apuntes en su idioma de lo que fuésemos haciendo. Sin embargo, todo fue perfecto. Sus ganas de aprender y las mías por llegar a ella, han hecho que ambas hayamos vuelto a casa con la mochila llena.

En la mía traigo algunas palabras más en árabe, que seguro me ayudarán en mi estancia aquí los próximos días. En la suya, un pequeño cuaderno con apuntes hechos con pictogramas y la ilusión de seguir llenando las páginas restantes.

Se cambian mundos: razón aquí

Aunque no lo parezca, en esta reunión se está cambiando el mundo. Este grupo, está compartiendo a la 1 de la madrugada sensaciones, sentimientos, experiencias. Hoy me quito el sombrero ante este grupo, que tras un duro día de trabajo, no escatima en quitarse horas de sueño porque les desbordan las sensaciones y las ganas de arreglar el mundo. Hoy no tengo ninguna duda que cada una de ellas y ellos lo conseguirán.

Red Chabaka

Una mañana interesantísima rodeada de trabajadores y cooperantes, con el fin común de trabajar el tema de la inmigración y los refugiados en Marruecos.  Nuestras dificultades con el idioma, se han convertido en riqueza, ya que cada persona se esforzaba por expresarse en cuántos idiomas pudiese conocer el otro. Hermosa Torre de Babel , escondida en un humilde piso de un barrio trabajador de Tánger. Shokran, merci, thanks, gracias.

Entre horas

Hoy he tenido ocasión de descansar un poco a mediodía y tomarme un café en la terraza del hotel. Me he quedado mirando la piscina, pensando lo agradable que sería darse un baño. 

Cuando emprendí este viaje, me propuse vivir la experiencia como cualquiera. Sin embargo, en esta piscina no se suelen bañar mujeres, no se sí por decisión propia o no. Lo que sí es cierto, es que no es por falta de calor. He preferido prescindir de momento de mis privilegios de "turista europea".  Las cosas, cuando no se pueden compartir saben a poco, así que he compartido mi momento de silencio,  con mi compañera de terraza, imaginando que ambas disfrutábamos del frescor de un baño.

Para empezar el día

Es estupendo empezar la historia de un gran día con un café. Eso mismo pensaría el señor que se tomó éste. En un principio, pensé hacer una foto a un café olvidado a medias. Sin embargo, un anciano con aspecto de no haber desayunado, ni cenado y si me apuras, ni merendado; apuró lo que quedaba en el vaso. Aquí no se tira nada, aquí no sobra nada.

Segunda jornada

La mañana de hoy, he compartido experiencia con Alba, Gema y Amanda en la asociación Arej. Los chicos y chicas de Arej dedican sus esfuerzos a niños y adolescentes de un barrio periférico de Tánger. Es fantástico ver como se organizan entre los mismos niños, ya que los que son algo mayores, hacen a su vez de monitores de los más pequeños. Hemos ido por los artesanos del barrio, pidiendo materiales de deshecho para hacer una actividad de reciclaje.

Como la actividad ha sido en un colegio no he podido resistirme y me he colado a solas en una de las aulas con mi cámara.

 El estado de las mesas es comparable a cómo se me quedó el corazón cuando uno de los pequeños (no más de 8 años) me preguntó si en mi mochila traía pegamento...

Primera jornada

Hoy he pasado la mañana en la guardería que llevan unas religiosas. Los niños que asisten a ella son en su mayoría hijos de madres solteras y/o trabajadoras, que no tienen con quién dejar a sus hijos o simplemente se aseguran de esta forma de que al menos hagan dos comidas en el día ( desayuno y almuerzo).

Hoy he compartido mi mañana con niños que, sin haber cumplido en ocasiones ni los dos años, comen, se visten y se desenvuelven solos y que, sin embargo, son capaces de darte la mejor de sus sonrisas a cambio de un ratito en tu regazo.