En este blog, pretendo recoger las sensaciones y pensamientos de una experiencia de cooperación de un grupo de la Universidad de Cádiz en Tánger.

El título me vino inspirado por el nombre de una cadena de TV digital que conocimos ayer. Esta cadena es marroquí, pero emite su programación en español. Su nombre, "Caminos de agua", nos invita a pensar en la unión de dos pueblos que viven a 14 kilómetros.

Sin embargo, hay ocasiones en las que ese camino que ahora cruzo por segunda vez, se convierte en un muro difícil de rebasar. Infranqueable, no solamente en su sentido sur - norte, sino en el opuesto, ya que incluso en días claros, a menudo nos resulta invisible poder ver lo que hay al otro lado.

En un primer acercamiento, hemos conocido a determinadas personas que gracias a su trabajo, han conseguido abrir pequeñas mirillas, a través de las cuales tendremos el placer de asomarnos durante 10 días.

Espero que nuestras reflexiones ayuden a abrir nuevos agujeros, agrandar los que ya existen y, quien sabe si incluso contribuyen a crear un hermoso puente.






miércoles, 3 de julio de 2013

Segunda jornada


La mañana de hoy, he compartido experiencia con Alba, Gema y Amanda en la asociación Arej. Los chicos y chicas de Arej dedican sus esfuerzos a niños y adolescentes de un barrio periférico de Tánger. Es fantástico ver como se organizan entre los mismos niños, ya que los que son algo mayores, hacen a su vez de monitores de los más pequeños. Hemos ido por los artesanos del barrio, pidiendo materiales de deshecho para hacer una actividad de reciclaje.
Como la actividad ha sido en un colegio no he podido resistirme y me he colado a solas en una de las aulas con mi cámara.

 El estado de las mesas es comparable a cómo se me quedó el corazón cuando uno de los pequeños (no más de 8 años) me preguntó si en mi mochila traía pegamento...

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