En este blog, pretendo recoger las sensaciones y pensamientos de una experiencia de cooperación de un grupo de la Universidad de Cádiz en Tánger.

El título me vino inspirado por el nombre de una cadena de TV digital que conocimos ayer. Esta cadena es marroquí, pero emite su programación en español. Su nombre, "Caminos de agua", nos invita a pensar en la unión de dos pueblos que viven a 14 kilómetros.

Sin embargo, hay ocasiones en las que ese camino que ahora cruzo por segunda vez, se convierte en un muro difícil de rebasar. Infranqueable, no solamente en su sentido sur - norte, sino en el opuesto, ya que incluso en días claros, a menudo nos resulta invisible poder ver lo que hay al otro lado.

En un primer acercamiento, hemos conocido a determinadas personas que gracias a su trabajo, han conseguido abrir pequeñas mirillas, a través de las cuales tendremos el placer de asomarnos durante 10 días.

Espero que nuestras reflexiones ayuden a abrir nuevos agujeros, agrandar los que ya existen y, quien sabe si incluso contribuyen a crear un hermoso puente.






jueves, 4 de julio de 2013

Entre horas


Hoy he tenido ocasión de descansar un poco a mediodía y tomarme un café en la terraza del hotel. Me he quedado mirando la piscina, pensando lo agradable que sería darse un baño. 
Cuando emprendí este viaje, me propuse vivir la experiencia como cualquiera. Sin embargo, en esta piscina no se suelen bañar mujeres, no se sí por decisión propia o no. Lo que sí es cierto, es que no es por falta de calor. He preferido prescindir de momento de mis privilegios de "turista europea".  Las cosas, cuando no se pueden compartir saben a poco, así que he compartido mi momento de silencio,  con mi compañera de terraza, imaginando que ambas disfrutábamos del frescor de un baño.


No hay comentarios:

Publicar un comentario